ADVERTENCIA!!

¡Todo lo que aquí se puede leer, contiene peligrosos Spoilers!

¡Estás avisado!

Autor: --
•20:33


Título Original:
きみにしか聞こえない (Kimi ni shika kikoenai)
Autores: Otsuichi (guionista), Hiro Kiyohara (dibujo)
Publicación de novela original: 31 de mayo de 2001
Edición en Japón: Kadokawa Shoten 2007
Edición en España: Ediciones Glenat, tomo único, género seinen
Valoración: 10 de 10
*Dibujo: 10
*Argumento: 10
Resumen:

Ryou Aihara, es ua chica tímida y solitaria, algo que se acrecienta al no tener móvil, además, no tiene a quien llamar. Una tarde, recibe un folleto sobre móviles y comienza a fantasear en cómo sería su móvil, si es que tuviera uno: La cosa terminaría ahí si no fuera porque un día, su telefono imaginario comienza a sonar... ella contesta y escucha una voz al otro lado...


Opinión:


No oigo, no digo nada

Es como me he quedado al terminar este manga: Definitivamente mudo y sordo. Como en otro universo.

No sé si el autor tenía esa intención con la historia, pero al menos lo ha conseguido conmigo.

No quiero revelar demasiado datos, pero este manga es sencillamente alucinante.

Cada detalle está cuidadosamente pulido y todas las escenas te aportan un nuevo sentimiento.

La protagonista, Ryou Harada, se parece mucho a Saya Konomi, un personaje de otro libro, por eso de que no puede hablar con la gente, que no tiene un nóvil como los demás, que está apartada de todos... si me pongo en su lugar, cuando estás solo pero sin quererlo, cuando la gente te aparta cuando te gustaría agradarles, debe producirte un sólo sentimiento y deseo: Hablar con alguien, que alguien te escuche.

La idea de inventarse un teléfono imaginario, es tan original que hasta se podría tomar como una idea un tanto extraña. Al contrario de lo que podrías pensar en un primer momento, no es una frikada, sino algo bien profundo que te deja sin palabras, una vez comprendes su significado.

Cuando algo se desea tanto, cuando hay más personas sintiendo exactamente lo que tú mismo sientes, puede pasar cualquier cosa.

El mensaje de este seinen es profundo y llega al alma. Los personajes, son absorbentes y te dejan estupefacto una vez que terminas la historia.

Hay muchas pistas y yo adoro las pistas, y deduje muchas cosas de las que pasarían, pero la verdad es que este manga me ha sorprendido.

Lamentablemente no puedo decir mucho más sobre él, porque sino, destrozaría la historia.

Un 10, tal vez más!!

Recomenadable: Sí, 100% recomendable, te guste o no te guste el manga, debes leer este tomo autoconclusivo y no te arrepentirás.


Detalles culturales

* En Japón los móviles son furor, hasta se usan como tarjeta de crédito en los supermercados o Mall de Japón. Los juguetes de niñas, como las cajas registradoras con lucesitas y números, vienen con un móvil de juguete para pagar los alimentos.

*En las aulas japonesas, cuando toca leer, o hablar con el profesor, hay que levantarse por respeto a todos los demás, tal y como hace Ryou en el manga.

* El pequeño detalle de que el nombre de Shin'ya esté escrito en katakana en la pantalla del móvil imaginario de Ryou, se debe a que el dibujante ha querido destacar el nombre, ya que hay un secreto tras él: El atuor de la novela estbaa viendo en la tele un ciclo de Shin'ya Tsukamoto mientras escribía esta historia.


Empieza y acaba...


"En mi mente, suena de fondo una melodía que conozco"

"Me lo has cogido de verdad... No me digas que me oyes"



Frase

きみにしか聞こえない ···
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Autor: --
•0:08
El Túnel



Título Original: El túnel (1948)
Autor: Ernesto Sábato
Editorial Española: Cátedra -Letras Hispánicas-
Número de páginas: 165 Páginas
ISBN: 34-376-0088-8
Evaluación personal: 5 de 10
Resumen:

Juan Pablo Castel es un pintor que escribe su propia historia, empieza el relato confesando que es el responsable de la muerte de María Iribarne. Habla acerca de lo que piensa de los hombres, que todos son vanidosos, que aunque traten de ser modestos siempre actúan por vanidad. A él no le interesa lo que piense la gente, ni lo que puedan opinar, él se decide a escribir la historia de su crimen con la esperanza de que al menos una persona pueda comprender sus razones. Se queja de que nadie lo entiende y que la única persona que podría llegar a entenderlo fue la mujer a la que mató.


Opinión:


El paranoico


Ernesto Sábato (Rojas, Provincia de Buenos Aires; 24 de junio de 1911) es un escritor, ensayista y artista plástico argentino. Ha escrito tres novelas, El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, así como diferentes ensayos sobre la condición humana.

En 1938 obtuvo el Doctorado en Física en la Universidad Nacional de La Plata. Gracias a Bernardo Houssay, le fue concedida una beca anual para realizar trabajos de investigación sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie en París.[7] El 25 de mayo de 1938 nace su primer hijo, Jorge Federico. En París entra en contacto con el movimiento surrealista y con la obra de Óscar Domínguez, Benjamín Péret, Roberto Matta Echaurren, Esteban Francés, entre otros. Esto marcaría una profunda influencia en sus futuras obras.

En 1941 aparece su primer trabajo literario, un artículo sobre "La invención de Morel" de Adolfo Bioy Casares, en la revista Teseo de La Plata. También publica una colaboración en la revista Sur, por intervención de Pedro Henríquez Ureña. En 1942 continúa colaborando en la revista Sur con reseñas de libros, se encarga de la sección "Calendario" y participa del "Desagravio a Borges" en el Nº 94 de Sur. Publica artículos en el Diario La Nación y se publica su traducción de "Nacimiento y muerte del sol" de George Gamow. Al año siguiente publicaría la traducción de "El ABC de la relatividad" de Bertrand Russell.

En 1945 publicó su primer libro, Uno y el universo, una serie de artículos filosóficos en los que critica la aparente neutralidad moral de la ciencia y alerta sobre los procesos de deshumanización en las sociedades tecnológicas. Con el tiempo irá avanzando hacia posturas libertarias y humanistas. Ese mismo año recibe por el libro el primer premio de prosa de la Municipalidad de Buenos Aires y la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores.

En 1948 después de haber llevado los manuscritos de su novela a las editoriales de Buenos Aires y de ser rechazado por todas, publicó en la revista Sur El túnel, una novela psicológica narrada en primera persona. Enmarcada en el existencialismo, una corriente filosófica de enorme difusión en la época de posguerra, El túnel recibió críticas entusiastas de Albert Camus, quien lo hizo traducir por Gallimard al francés. Aparte de éste, la novela ha sido traducida a más de diez idiomas.

Fuente: Wikipedia Español


Corto pero matón

Este libro, no tiene realmente 165 páginas. Es aún más corto, ya que al principio te viene una larga introducción, con muchísima información interesante sobre el autor y su obra.

Podría decirse que llega a las 100 páginas, y mucho es. Pero me ha costado mucho terminármelo... se me ha hecho eterno.

Le he puntuado con un cinco, porque realmente no me ha gustado demasiado, pero tampoco creo que sea un mal libro. Sólo que pensé que se trataba de otra cosa... pero qué se le va a hacer.

Aún siendo tan corto, es intenso. Muchas veces se te hace largo por tanta descripción con nombres de calles, y lugares Argentinos, la narración se termina tornando a aburrida y pierdes inmediatamente el interés.

Siempre que empezaba con este tipo de cosas, yo dejaba de leer, hasta dos días después. Por lo mismo, me ha costado mucho terminármelo.


Múltiples interpretaciones


He leído múltiples interpretaciones sobre esta obra, pero yo no concuerdo con ninguna. Seré demasiado ignorante y plano, que mi intelecto no llega hasta esas profundidades.

Pero la verdad, es que en este libro, lo único que veo, es un relato contado por un paranoico muy peligroso, un asesino con alucinaciones. Un verdadero chalado genuino.

No encuentro nada de lo que dicen que habla el libro, eso de "Existencialismo" o "ironía". Lo único irónico de esta historia, es que el señor Castel, el pintor loco asesino, terminó matando a la única persona que había (supuestamente) entendido su vida.

Este personaje, es realmente, para mí, una persona enferma de paranoia, tal vez con psicosis agudas, ya que desconfiaba de todo lo que se movía, y sentía que la gente lo perseguía.

Existe un fragmento, en lo que lo dice muy claramente:

"El doctor Prato tiene mucho talento y lo creía un verdadero amigo, hasta tal punto que sufrí un terrible desengaño cuando todos empezaron a perseguirme y él se unió a esa gentuza; pero dejemos esto."


Aunque realmente, todo el libro es una prueba irrefutable de lo que estoy diciendo.

Era un hombre que odiaba la humanidad, con fuerte complejo de Edipo, y encima, con psicosis aguda. Lo que yo le daría es un Risperdal y tal vez así jamás hubiera matado a María Iribarne.


Otro punto en contra de esta historia, es la poca luz que echan sobre María Iribarne. No entiendo como una mujer podía acostarse con un hombre nada más verlo. Tampoco entiendo como aguantaba a este pobre enfermo que era Juan Pablo Castel.

¿Por qué dejaba que la humillara y vejara y luego lo perdonaba?

No entendí el frenético encuentro y "enamoramiento", pero se explica teniendo en cuenta que el personaje, a mis ojos, está verdaderamente enfermo.


Un poco precipitado todo, y además, con unos cuantos fallos de tipeo propios de un principiante. Este fallo más que del autor, creo que es de la editorial que la ha editado. Ya podría haberse leído el libro al menos.


Un comienzo muy atrayente


La gente se preguntará, ¿por qué leí este libro? No me lo dieron en clases, tampoco lo vi en ninguna película.

Mi mujer me lo recomendó una vez que lo vio en la biblioteca. Lo abrí, y leí el principio, que reza así:

"Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne"


Al leer esto, me sentí atraído por el libro, tanto que terminé sacándolo unos días para leérmelo.

Qué decepción me he llevado.


Un final confuso y extraño


El final no me ha dejado satisfecho, simplemente porque no he entendido qué pasó. Me esperaba, tal vez, alguna sorpresa por parte de Sábato, como guinda del pastel. Pero no.

No hubo absolutamente nada...

Esta es la frase final del libro, quien no quiera leerla, está en su derecho, aunque igualmente, no entenderá absolutamente nada:

"Sólo existió un ser que entendía mi pintura. Mientras tanto, estos cuadros deben de confirmarlos cada vez más en su estúpido punto de vista. Y los muros de este infierno serán así, cada día más herméticos..."


Y así, termina esta historia tan extraña y original, en cierta medida.

Espero que no todas las historias de los años 40-50 sean de este corte, si no, me saltaré esos años literarios como si no hubieran existido jamás.



Vocabulario nuevo:

Pernicioso, sa (Del lat. perniciōsus) = Gravemente dañoso y perjudicial.
Malhadado, da (De malfadado) = Infeliz, desgraciado, desventurado.
Argüir (Del lat. arguĕre) =

1. Sacar en claro, deducir como consecuencia natural.

2. Descubrir, probar, dejar ver con claridad las cosas que son indicio y como prueba de otras.

3. Echar en cara, acusar.


Dilucidar (Del lat. dilucidāre) = Declarar y explicar un asunto, una proposición o una obra de ingenio.
Inferir (Del lat. inferre) =

1. Sacar una consecuencia o deducir algo de otra cosa.

2. Llevar consigo, ocasionar, conducir a un resultado.

3. Producir o causar ofensas, agravios, heridas, etc.


Condoler (Del lat. condolēre) = compadecer.
Acometer (De cometer) =

1. Embestir con ímpetu y ardimiento. El batallón acometió al enemigo.

2. Dicho de una enfermedad, del sueño, de un deseo, etc.: Venir, entrar, dar repentinamente. Le acometió un violento ataque de locura.

3. Emprender, intentar.

4. Decidirse a una acción o empezar a ejecutarla. Acometió la reconstrucción del puente.

5. Solicitar, pretender algo de alguien, proponérselo, inducirle a ello.


Abúlico, ca = Que padece abulia.
Abulia (Del gr. ἀβουλία) = Falta de voluntad, o disminución notable de su energía.
Execrable (Del lat. exsecrabĭlis) = Digno de execración.
Execrar (Del lat. exsecrāri) =

1. Condenar y maldecir con autoridad sacerdotal o en nombre de cosas sagradas.

2. Vituperar o reprobar severamente.

Enardecer (Del lat. inardescĕre) =

1. Excitar o avivar una pasión del ánimo, una pugna, una disputa, etc.

2. Dicho de una parte del cuerpo de un animal: Encenderse, requemarse por congestión o inflamación.

Estoico, ca (Del lat. Stoĭcus, y este del gr. Στωϊκός, der. de στοά, pórtico, por el paraje de Atenas así denominado en el que se reunían estos filósofos) =

1. Fuerte, ecuánime ante la desgracia.

2. Perteneciente o relativo al estoicismo.

3. Dicho de un filósofo: Que sigue la doctrina del estoicismo.

Apócrifo, fa (Del lat. apocry̆phus, y este del gr. ἀπόκρυφος, oculto) =

1. Fabuloso, supuesto o fingido.

2. Dicho de un libro atribuido a autor sagrado: Que no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia.



"Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne"
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Autor: --
•14:44


Lamentable noticia de la marcha de un escritor muy querido por muchos.

Leí sus dos libros autobiográficos y es como si se fuera un ser muy cercano...

La causa de la muerte fue melanoma con metástasis, informó Susan Moldow, vicepresidente ejecutiva y editora de Scribner, la casa editorial de McCourt.

El autor de 78 años padecía una grave meningitis desde hacía dos semanas, enfermedad que desarrolló tras recibir tratamiento por el cáncer de piel.

Digamosle adiós a un viejo amigo...


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Autor: --
•20:42


Título Original: I, Robot (1950)
Autor: Isaac Asimov
Editorial Española: Nebulae
Número de páginas: 231 Páginas
Evaluación personal: 5 de 10
Resumen:

Yo, Robot es una colección de relatos en los que se establecen y plantean los problemas de las tres leyes de la robótica que son un compendio fijo e imprescindible de moral aplicable a supuestos robots inteligentes. Los relatos plantean diferentes situaciones a las que tendrán que enfrentarse distintos especialistas en robótica y en las que se plantean paradojas e ingeniosos ejercicios intelectuales que indagan sobre la situación del hombre actual en el universo tecnológico.

Opinión:


El Robot

saac Asímov /ˈaɪzək ˈæzəmɑf/ (en ruso А́йзек Ази́мов (Áizek Azímov), aunque originalmente И́саак Ози́мов (Ísaak Ozímov). Nótese que el apellido se pronuncia grave -acentuado en la penúltima sílaba-, por lo que la pronunciación aguda debe evitarse) (2 de enero de 1920 – 6 de abril de 1992), fue un escritor y bioquímico ateo judío nacionalizado estadounidense nacido en Bielorrusia, exitoso y excepcionalmente prolífico autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica.

La obra más famosa de Asímov es la serie de la Fundación, también conocida como Trilogía o Ciclo de Trántor que forma parte de la serie del Imperio Galáctico y que luego combinó con su otra gran serie de los Robots. También escribió obras de misterio y fantasía, así como una gran cantidad de no ficción. En total, escribió o editó más de 500 volúmenes y unas 9.000 cartas o postales, y tiene obras en cada categoría importante del sistema decimal Dewey excepto en filosofía.

Asímov fue reconocido como un maestro del género de ciencia ficción y, junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, fue considerado en vida como uno de los "Tres Grandes" escritores de la ciencia ficción.

La mayoría de sus libros de divulgación explica los conceptos científicos siguiendo una línea histórica, retrotrayéndose lo más posible a tiempos en que la ciencia en cuestión se encontraba en una etapa elemental. A menudo brinda la nacionalidad, las fechas de nacimiento y muerte de los científicos que menciona, así como las etimologías de las palabras técnicas.

Asímov fue miembro por mucho tiempo de Mensa, aunque con desgano: los describía como "intelectualmente combativos". Disfrutaba más de la presidencia de la American Humanist Association (Asociación Humanista Americana), una organización de ideología atea.

En 1981 se nombró a un asteroide, el 5020 Asimov en su honor. Y actualmente el robot humanoide de Honda se nombra como "ASIMO", como referencia explícita a Isaac, aunque Honda haya desmentido varias veces que el nombre tenga algo que ver con el del autor.


Fuente: Wikipedia Español

Un poco diferente

Este libro lo conocí por la famosa pelícla homónima "Yo, Robot", protagonizada por Will Smith.

¿Qué decir sobre este libro? Cuando lo vi por primera vez, pensé que era muy corto, muy viejo, muy distinto a todo lo que era la película, pero le dí una oportunidad, ya que a pesar de todo eso, podrían parecerse. Cuál fue mi sorpresa, cuando vi que para nada, los tiros no iban por ahí.

La película es una adaptación de otro libro de Asimov, llamado "Caliban", y de "Yo, Robot" sólo cogieron el título y las tres leyes de la robótica. Esto yo lo desconocía totalmente, por lo mismo leí este libro, porque el hilo argumental que sigue la película, me gustaba mucho.

Voy a describir un poco como está estructurado el libro. No tiene protagonistas, más que los distintos robots que aparecen a lo largo de los distintos relatos. El único personaje que permanece en todo el libro, es la Doctora Susan Calvin, experta en la psicología de los robots.

Ella es la que relata las historias que forman el libro a un joven interesado en el tema, tal vez algún periodista curioso.

Son historias autoconclusivas de diferentes robots que demuestran un comportamiento extraño, debido a anomalías en sus cerebros o un peligroso desiguilibrio entre las tres leyes de la robótica.


Este es un índice con los relatos que completan el libro:

* "Robbie"
* "Sentido Giratorio"
* "Razón"
* "Atrapa esa Liebre"
* "¡Embustero!"
* "Pequeño Robot Perdido"
* "Evasión"
* "Evidencia"
* "El Conflicto Evitable"


Profundidad Positrónica

Hubieron historias que me aburrieron, pero más que me mantuvieron alerta por la fuerte carga moral y psicólogica que encerraban.

Aún no leo otro libro de Isaac Asimov, pero he de decir que además de buen escritor, era muy bien psicólogo.

Las personalidades de sus robots son más vivas, que ningñún otro robot que haya conocido nunca en la literatura universal.

Son humanos con apariencia de robots, aunque manteninendo sus puntos característicos, como las tres leyes.

Hubo uno en especial que me gustó mucho. Se trataba de un robot que había sido creado con un fallo enigmatico; podía leer la mente de los humanos.

Todos los científicos implicados terminaron usandolo para beneficiarse, haciendle preguntas personales que implicaban las opiniones de terceros.

A Susan le dijo que aquel hombre que ella amaba, le correspondía los sentimientos. Al tipo más ambioso le dijo que heredaría el puesto, ya que su jefe se retiraba, dejándolo a él como futuro presidente de la empresa.

Pero no se dieron cuenta de que la primera ley impide a un robot hacer daño a un humano.

Por lo mismo, no les diría la verdad si esa verdad les dolía y mentiría para hacerlos felices.

Nunca se supo a qué vino aquel fallo, y nunca más se repitió. Susan encaró al robot, poniendolo en un dilema robótico con sus leyes, y lo destruyó.

El cerebro positrónico es el cerebro de los robots, y es la mayor hazaña del hombre por su complejidad y perfección. Encierra grandes secretos que a lo largo del libro vamos averiguando.

La Era Robótica

Me depecionó un poco porque no se parecía a la película, pero como ya dije, la película está basada en otro libro de Asimov.

Esta novela parece un ensayo sobre la psicología de los robots, y no una novela de ficción.

Si lo que buscas es una historia de altra, o una novela techno-triller, no lo encontrarás en este libro.

Lo que sí encontrarás en "I, Robot", será una profunda reflexión sobre la raza humana y la compleja psicología de nuestras mentes plasmadas en personajes de ficción como lo son los Robots.

Cada historia dentro de la novela, habla sobre el amor, el odio, la compasón, la superioridad, todos los sentimientos humanos, analizados capa a capa, a manos del mejor robótico que ha existido nunca.

Lo recomiendo solamente a los fanáticos de Isamov.


Leyes de la Robótica:
  1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
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