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Título Original: Alive: The story of the Andes survivors
Autor: Piers Paul Read.
Editorial Española: Noguer, S.A.
Número de páginas: 336
Evaluación personal: 10 de 10
Resumen:
El viernes 13 de Octubre de 1972 un avión uruguayo, que llevaba 45 pasajeros a Chile, de los cuales muchos eran estudiantes y jugadores de un equipo de rugby, se estrelló en la Cordillera de los Andes.
Doce murieron a causa de la caída, los sobrevivientes a esta tuvieron que soportar entre otras cosas a la temible Cordillera, treinta grados bajo cero durante las noches y al hambre.
Trataron de resistir con las escasas reservas alimenticias que poseían, esperando ser rescatados, pero su esperanza cayó al enterarse por una radio, que se había abandonado la búsqueda.
Finalmente hartos de las bajísimas temperaturas, los amenazadores aludes, angustiados por la continua muerte de sus compañeros y la lenta espera del rescate, dos muchachos deciden cruzar las inmensas montañas para así llegar a Chile.
De esta manera es como el 22 de diciembre de 1972, después de haber estado durante 72 días aislados de todo, el mundo se entera que dieciséis vencieron a la muerte en la Cordillera de los Andes.
Libro basado en hechos totalmente verídicos.
Opinión personal:
El biógrafo
Read nació en Beaconsfield, Buckinghamshire. Él es el hijo del poeta y crítico de arte Herbert Read.
Read es un católico practicante y Vice-Presidente del Gremio Católico de Escritores de Inglaterra y Gales. Está casado con Emily Boothby y es padre de cuatro hijos. Vive en Londres. En el 2005, predijo correctamente la elección de Joseph Ratzinger como Papa.
Un relato verídico
Sinceramente, creo que quien no conozca esta historia es muy ignorante.
Se trata de la historia más increíble de todas. A veces, cuando la acabas de descubrir, te preguntas: ¿En serio pasó de verdad? ¿En serio pudo haber gente tan fuerte, tan valiente, que sobrevivió a todo eso?
Tú hasta piensas que está exagerado en la película, pero ciertamente, ni siquiera se le puede comparar al libro. Y sé muy bien, que jamás, ninguno de nosotros; los espectadores, sabremos con certeza qué es lo que es vivir una experiencia de esta manera. Por muchos libros que saquen, por muchas películas, sólo nos informarán, pero jamás podremos hacernos ni siquiera una idea del sufrimiento y sacrificio que significó para esos jóvenes tener que enfrentarse a algo así.
Esta historia, a diferencia de muchas aventuras de ficción, es real, tan real como la vida. Es una representación de la misma vida. Lucharon contra todo pronóstico, sólo por un motivo en común:
Vivir.
¿De qué seríamos capaces los humanos para seguir viviendo?
Esta vida es dura, es muy injusta, nos hace sufrir, entonces, ¿por qué hay gente que luchó y sufrió tanto por seguir en ella?
Porque nosotros somos unos ingratos, que desde la calidez de nuestro hogar nos ahogamos en un vaso de agua, y ni siquiera valoramos la vida que estamos desperdiciando cada segundo.
Esas personas, descubrieron que la vida, no es tan larga como parece, que un día, un avión podía estrellarse en la cordillera, y enseñarles con toda crueldad, que todos los problemas y preocupaciones que tuvieron en un pasado no eran más que una tontería, no eran más que superficialidades del hombre de a pie en una ciudad, de una persona acomodada y que no valora lo que tiene.
Aquella horrible experiencia, de congelarse cada noche, de ver como mueren tus mejores amigos, de verte, acuclillado en la nieve, junto a otras cuatro personas más con un ataque de diarrea, en mitad de la fría noche en una inerte y muerta cordillera, de comer carne de los muertos, por el simple y llano hecho, de seguir viviendo.
De una segunda oportunidad.
¿Cómo creen que se sintieron esas personas, cuando tuvieron que enfrentarse a todo eso?
Quisieron morir, me supongo, quisieron despertar de aquella eterna pesadilla, pero por mucho que cerraran los ojos, al abrirlos estaban en el mismo lugar, con la misma gente, y la misma miseria rodeándolos.
La esperanza, la amistad, y la fe, los salvó. Yo creo, al contrario que muchos de ellos, que ellos mismos, como grupo, como personas, se salvaron, no hubo ninguna intervención divina. No, fueron los humanos quienes lograron salir de aquello.
Porque a pesar de que el ser humano puede ser el animal más cruel, y más devastador… es el único ser de esta tierra capaz de hacer algo así.
Es el único ser de esta tierra capaz de sobrevivir pase lo que pase.
El que más se adapta, el que mejor sostiene la situación bajo su control, el que mejor piensa en frío y quien siempre consigue salvarse.
Sensacionalmente brillante
Yo he leído parte de esta historia maravillosa, que pasó en Los Andes, y mientras lo leía, me dio frío, mientras lo leía me sentí con fuerzas para seguir viviendo.
Cada hoja que avanzas, te adentras más en una aventura mortífera, en una enseñanza de valores y de amor, de amistad.
Si ellos no hubieran estado tan unidos, no hubieran salido de allí.
Creo que sinceramente, esta historia, me absorbió desde que la comencé. Me interesaba el tema, y sólo sabía de él gracias a la película. Pero ahora sé que la película no es más que una excursión comparado con lo que vivieron. La crudeza no está descrita en ella, pero sí en el libro.
Es un buen libro, una buena documentación para quien quiera saber, que existió un hombre, que a pesar de haber perdido a su madre y a su hermana en el mismo lugar, tuvo la fuerza mental, de no hundirse, y pensar en su padre, y pensar en salir de allí.
Que existió un hombre que subió una de las montañas más altas de los Andes con las manos desnudas, y que atravesó la nieve, hasta llegar a un refugió donde pedir ayuda.
Sé que todos hicieron parte de su trabajo, y que si tan sólo uno más se hubiera muerto, tal vez no habrían sobrevivido tantos. Pero creo que gracias a Nando Parrado, y Roberto Canessa –después de todo, el curó y ayudó en lo que pudo, a pesar de su genio y egoísmo– fueron quienes salvaron a todos los demás de una muerte segura, de tener una tumba blanca y fría como los que habían fallecido allí.
Si hubieran esperado a que un milagro ocurriera, nunca habrían salido de allí con vida. Si hubieran esperando más meses a un avión de rescate, jamás hubieran salido de allí con vida. Gracias a una persona, tan normal como yo y como quien esté leyendo esto, que tuvo el coraje de decir “tengo que salvarme por mi padre” y emprender un viaje que pocos se han atrevido, aún a pesar de ir preparados. Creo que este hombre, se merece un monumento. Todos los que allí estuvieron se merecen un monumento al valor y a la vida.
La gente se hace eco de esta historia por el hecho de la antropofagia, pero creo que eso es mera estupidez, un detalle sin importancia. El morbo de mucha gente se alimentó con esto, pero ¿cómo creían que se salvarían si no? ¿Con chocolates y ron?
Hay que ser realistas, y no hicieron nada malo. Hicieron algo necesario para la supervivencia. Algo que cualquier criatura de este mundo hubiera hecho en su circunstancia. Más valor para estas personas que tuvieron el coraje de hacerlo. No creo que haya sido fácil, dudo mucho que puedan olvidarse de eso.
Una oración
En nombre de todos aquellos que murieron, les dedico esta humilde entrada, en la cual, expreso mi admiración a cada uno de ellos, y quiero decir, que fue un verdadero honor leer su historia de principio a final. Por ellos, guardemos tres minutos de silencio.
Un hurra por las personas que sobrevivieron a esta tragedia, y que de ahí, supieron sacar provecho a su nueva oportunidad. Que su valor y su heroísmo, no sea olvidado nunca.
En honor a las personas que fallecieron en la tragedia del Fairchild.
Que descansen en paz.
“Cerca, Oh Dios, de ti”
“El mundo a sus hermanos uruguayos”
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